miércoles, 17 de septiembre de 2008

Pequeño inconveniente

Se despertó a media mañana por un inaguantable ruido de gotas de agua; y así era, ni mas ni menos, un terrible e interminable goteo de una mundana manguera de lavabo. Dirigiose al cuarto de baño preguntándose como diablos algo tan insignificante podía causar tantas molestias; y es que de verdad era algo extenuante, toda la noche el mismo maldito ruido. Simplemente insoportable.

Entró a la atildada habitación con la firme decisión de terminar de una vez por todas con aquel infierno. No acababa de abrir la puerta cuando el singular chapoteo de sus pasos en el agua le indicaron algo más, algo que de verdad le irritó. El baño estaba inundado. -Increíble-, se dijo a la vez que maldecía el líquido esparcido por todo el cuarto. Buscó el trapeador por toda la casa pues no estaba en su lugar y recordó haberlo dejado nada menos que en la azotea... -Con un carajo-.

Después de lavarlo, pues estaba lleno de lodo, empezó a secar mas se detuvo después de unos momentos pues la cochinada soltaba una especie de pelusa. - Esto es un desastre-. Terminó después de una cruenta batalla, en la que durante media hora utilizó una toalla de manos para ir sacando el agua poco a poco mientras acusaba a la manguera de degeneración.

Cuando por fin revisaba que diablos era lo que estaba mal, se dio cuenta que una de las dos mangueras del suministro del lavabo estaba rota y que indiscutiblemente tenía que cambiarla de inmediato.

Sin quitarse la pijama recogió sus llaves para salir en el auto por una manguera nueva, y ya en la ferretería su cara de pocos amigos hizo que le atendieran sin mayor apremio; antes de 15 minutos estaba de regreso.

Manguera en mano y con unas pinzas empezó a quitar una de las dos roscas que la sujetaban; no iba ni a la mitad cuando un chorro de agua le anunció sorpresivamente que había olvidado cerrar el paso del agua -Maldición- balbuceó mientras el agua le dejaba empapado y cubría el suelo por segunda vez. Cerró la llave del agua y volvió a dirigirse al baño, con una cara de desesperación que causaba lástima, y después de repetir su sesión de secado manual desconectó la manguera.

-Por fin- comentó jadeante, pues la posición que debía tomar para quitar la manguera era exageradamente incómoda. Se sirvió un vaso de coca con hielo para enfrentar su jadeo y contempló su manguera nueva. Tuvo que luchar verdaderamente para conectar de un lado la manguera por la incomodidad del lugar y cuando ya estaba a punto de dejar la tarea de lado lo logró. -Ya está, ya está- se dijo seguido de dos sorbos de su vaso y tras dejarlo en un lado volvió a acomodarse para atornillar la manguera del lado faltante.

Le dio vueltas a la rosca con las pinzas y notable fuerza, sin darse cuenta de que había que hacerlo con mucho cuidado pues la manguera corría ee riesgo de trozarse y cuando lo advirtió, notó que la manguera tenía una rajadura. -Me lleva la #%&!!@!!!, ¿qué carajo voy a hacer ahora?... tendré que ir por otra maldita manguera- Subió a su automóvil con su paciencia en el límite, recorrió la distancia a la ferretería y encargó por segunda vez la dichosa manguera.

Respiro un poco antes de acomodarse por segunda vez para conectarla, y posterior a su difícil maniobra para colocarse en posición y de haber quitado su manguera rota, se dio cuenta de que la nueva no ajustaba. -¡¡¡Maldito incompetente el que me dio esta manguera!!!- dijo casi al borde de rebuznar del coraje.

Con una prisa que hubiera sorprendido a cualquiera, dirigiose por tercera vez a la ferretería para solicitar su cambio de manguera.
-Le pedí una manguera para lavabo, no esta porqueria- le dijo con brusquedad al tipo de la ferretería.
-Disculpe, le entendí mal, pero no se preocupe que en seguida se la cambio-
-Mas le vale- pensó
-Aquí tiene, esta es la correcta-
Tomó la manguera y la revisó para checar si en verdad era la que necesitaba.
-Son $6 pesos señor-
-¿¿¿Qué???...¿cómo que $6 pesos si ya le pagué la manguera?-
-Lo que pasa es que tiene un costo mas elevado-
-Esta bien, esta bien- y cuando metía la mano para sacar su cartera vió que la había dejado en casa.
-ME LLEVA LA RE #%&!!@!!!- y salió del lugar con furia. Después de 20 minutos regresó pues tardó mucho tiempo en encontrar la cartera, pagó sin decir una palabra y volvió a salir con la manguera en mano.

Con un cuidado extremo colocó la nueva manguera alegrándose de haberlo hecho a pesar de estar nuevamente jadeante por la incomodidad y al estirar la mano para alcanzar su vaso, lo tiró sin querer.

Al borde del llanto por la desesperación limpió de mala gana y fue a abrir la llave del agua para comprobar que su instalación era exitosa. Y efectivamente, la instalación era exitosa; sin embargo no tardó en comprobar que mientras colocaba la nueva manguera con tanto apremio y por extremar precauciones había causado daño severo a la otra manguera
- Me lleva la reverenda @%&$#!!- se dijo con una voz tan llena de rabia, que en verdad causaba miedo.
Respiró profundamente pero no sirvio de nada, la desesperación lo consumía.

Se dispuso por quinta vez a buscar sus llaves para ir a la dichosa ferretería y cuando llegó pidió por enésima vez una manguera para lavabo, la cara se le estrujó de furia cuando el ferretero hizo la observación de que ya no tenía mas mangueras. Salio con tremendo disgusto mientras una lágrima de furia le asomaba por el ojo izquierdo.

Tanto enojo le hizo pisar el pedal del acelerador a fondo, se pasó varios semáforos en alto y estuvo a punto de chocar en dos ocasiones cuando vio por fin el letrero de una ferretería.
Dispuso a pasarse el último semáforo cuando escuchó el inconfundibel sonido de una sirena, volteó la cabeza para advertir la señal que le hacía un oficial de la policiá; indicaba que se orillara.

-¿Sabe usted a que velocidad iba, casi atropella usted a tres peatones, se subió a la banqueta, pasó varios semáforos....- dejó de escuchar la voz del oficial mientras el coraje le bajaba hasta la punta de los pies.
-Me importa un carajo los malditos semáforos y los malditos peatones, por mi se pueden ir al infierno junto con usted y sus malditas reclamaciones- dijo gritando mientras intentaba prender de nuevo su auto. Justo cuando iba a pisar el pedal del acelerador sintió una mano que lo sujeteba fuertemente.
-Baje inmediatamente del vehículo señor- le gritó la voz confusa del oficial
-Vayase usted al carajo, yo unicamente voy a la maldita ferretería por- pero no alcanzó a terminar, el oficial lo hacía descender a la fuerza.
-Esta usted detenido señor, por favor no se resista-

La desesperación y la impotencia se mezclaron dentro de su ser y a lo único que atinó fue a soltar golpes y patadas mientras lloraba desconsoladamente. Sintió un golpe en la cabeza y después nada. Cayó desmayado.

Despertó desconcertdao en una semicelda, no reconocía donde estaba, y de repente algo se le hizo familiar, con furia agudizó el oido...no tardó en reconocer el golpeteo de las gotas de agua que caían ...

lunes, 5 de mayo de 2008

SQUASH!

- Encontramos uno de tus cabellos.

- Claro, el profesor Een y yo nos vimos esa noche - Nay había ensayado esto muchas veces, sabía que siempre existía la posibilidad de que enocntraran la relación entre su visita nocturna al profesor Een Nolland y la muerte de éste. Pero estaba preparado.

- Sí... fuera de horarios de oficina, y según la cerradura de la TDT* sólo hablaste con él diez minutos.

- Me había hecho esperar, cuando al final se presentó sólo pude conversar con él sobre algunos puntos del nuevo proyecto.- Nay estaba encaramado en su silla, con el reflector enfrente y el zumbido de los detectores a su alrededor, si fallara su confianza lo sabrían y en cuestión de horas tendrían su confesión y fecha de juicio.

- Bueno, muchacho, ya lo repasamos tres veces y nada ha salido en ningún detector... esto francamente me ha aburrido. - El detective Neri movió el contacto en el escritorio que ordenó a los detectores a regresar a su estuche. Neri miró a Nay y con una actitud de fastidió le comentó mientras le colocaba la mano en el hombro: - A pesar de que no hubo marcas, el profesor no debía morir sino al menos en treinta años, según la programación de los bots que tenía en la médula... fuera de eso, nada nos hace sospechar que esta muerte no fue algo natural.

- En ocasiones los bots medulares se descomponen; su dieta a base de células cancerígenas provoca en ciertos casos que adquieran el comportamiento del cáncer, pero a una velocidad tremenda, por esto los inhibidores que llevan en su interior los detienen antes de que se conviertan en cáncer-autómata. Si esto ocurre en un período de estrés, muchos de los sistemas del huésped pueden ser alterados de forma colateral, como el control de funciones básicas del huésped...em, del doctor Een en este caso- Fui brillante, el detective no debió entender nada de lo que le dije, a pesar de que le di definiciones de diccionario para funciones mucho más complejas, pensó Nay mientras se levantaba de su silla.

- Sí, el efecto Miriam... lo leí una vez, no todos los detectives somos unos brutos- El detective sonrió y Nay le sonrió de vuelta. - Lo que no entiendo... es como pudiste hacer un nanoveneno tan eficaz con los pocos elementos que tenías disponibles en tu laboratorio.


¿Cómo?





* TDT.- Torre de Desarrollo Tecnológico.

sábado, 12 de abril de 2008

Buenas noches, señor Euzkadian.

Escribo antes de ir a dormir en la cama criogénica que me mantendrá vivo en esta estación espacial.

Apenas ayer regresamos al espacio cuatridimensional y ya había pasado... Nosotros ocho éramos los únicos sobrevivientes del bombardeo final. La guerra entre Humanos y Muricks había terminado... Ellos ganaron.

Este bombardeo, que será llamado "Segundo Día D", lo cual es una leve comparación con la operación final de una guerra antigua ocurrida en el planeta llamado Tierra. Por cierto, ese planeta llamado Tierra será conocido como "Segundo Dresden", lo cual es una leve comparación con una ciudad que durante la misma guerra antigua fue destruida por completo.

El nombramiento del planeta y del bombardeo ocurrirán dentro de varias décadas, mucho después de que me vaya a dormir. Incluso despúes de que los Muricks sean conquistados por los Lherken (los conquistadores de los grandes conquistadores). Aclaro que en este momento la raza humana ya es la novena especie inteligente que los Muricks casi extinguen con sus barredoras de mundos.

Sólo faltan ciento treinta años para que nuestros conquistadores empiecen a perder batallas; no más de doscientos cincuenta para que los Lherken hallen la estación IRM orbitando alrededor de un planeta muerto. Entonces mis siete compañeros y yo seremos tomados como modelos genéticos para que la humanidad vuelva a poblar un sistema planetario. Los Lherken (oh, salvadores!) nos tomarán a los ocho y harán millones de seres de distintas razas con sus máquinas madre.

Me convertirán en uno de los ocho padres fundadores de la nueva humanidad.

Algún día, Rogan Euzkadian, mi nieto, escribirá sobre cómo nosotros ocho sobrevivimos al bombardeo que aniquiló a cada especie del planeta (que aún quiero llamar Tierra) entrando por tres horas al hiperespacio. Su hija, Lina Euzkadian será embajadora en el Parlamento Lherken y descubrirá la técnica que neutraliza el poder de las barredoras Murick. Por último, mi tataranieto, Reuben Euzkadian, hará un ensayo sobre el accidente que no sólo salvó a la humanidad, sino que le dió a su tatarabuelo el conocimiento de los eventos que ocurrirían hasta seiscientos años después de su muerte. Su maestra de historia clásica le reprobará por combinar tradiciones familiares con un serio trabajo académico.

Pero no te importará, ni harás nada por cambiar esa calificación, te parecerás tanto a mí y me tendrás tanto afecto que querrás que mis predicciones sean correctas.

- Gracias.

J. Euzkadian.

07/07/98

viernes, 21 de marzo de 2008

Neruda y Loarca

-Escucha -me decía, tomándome de un brazo-, ves esa ventana? No la hallas chorpatélica?
- Y qué significa chorpatélica?
- Yo tampoco lo sé, pero hay que darse cuenta de lo que es o no es chorpatélico. De otra manera uno está perdido. Mira ese perro, qué chorpatélico es!

viernes, 29 de febrero de 2008

Nombre de perro

Yo tengo nombre de perro. Todos tenemos nombre de perro, porque sólo a los perros se les pone un nombre. Cada uno tiene un nombre verdadero, pero para descubrirlo tienes que aislarte y concentrarte y dejar que surja de ti como si saliera del fondo de un pantano. Ese nombre no se lo puedes decir a nadie. Así accedes a la maravilla de vivir con un secreto. Esto es algo que Dios había entendido muy bien. Cuando Moisés le preguntó : "¿Cuál es tu nombre?", Dios pensó: "No soy tan pendejo, no se lo digo", y le dijo: "Yo soy el que soy". Se evade, ¿ves?


- Alejandro Jodorowsky siendo entrevistado por Edmundo Magaña. (1992)

sábado, 23 de febrero de 2008

SPLASH!

Nay arrastraba el pesado cuerpo de su profesor por la plataforma luminiscente de la Torre de Desarrolladores Tecnológicos de su instituto. Hace quince minutos el profesor yacía muerto en su silla gracias al veneno de nanomáquinas que Nay le hizo beber en su café.
Las máquinas necesitan cierta temperatura corporal para que sus picomotores reciban energía del entorno y les hagan funcionar. Al morir el huésped, los circuitos de compensación se activan, y deben ser capaces para que la máquina trabaje otra hora mientras busca una nueva fuente de calor. Nay sabía esto y arregló las máquinas: desactivarían el cerebro del huésped en lugar de incrementar su capacidad de asimilación de información, después los circuitos de compensación sobrecalentarían a la máquina y la dejarían inutilizada. Sin buscar calor, sin seguir existiendo, sin huellas.





Ok... al principio tenía una buena idea pero se me fue... me gusta lo que queda después de todo, luego le agrego otra cosa.

jueves, 21 de febrero de 2008

La inauguración.

Decido empezar otro vloj para publicar cuentos, diálogos, etc que se me vayan ocurriendo y que me gusten. Por desgracia ahora no se me ocurre nada así que republico uno que escribí en el otro vloj.

- Tal vez sólo debiera destruir a toda la humanidad.- Dijo finalmente.

- Quizás, pero nunca lo lograría pues es parte de quién soy no permitírselo.- Respondió impasible el joven que conversaba con él.

- ¿Y cuál es la razón de eso?- Inquirió ansioso el anciano.

- Ley Zeroth - Dijo el joven con una voz monótona, sin embargo firme.

- Así es, Daneel, gracias. - Dijo el anciano con una ligera sonrisa en los labios.